Yo soy Andina

Tania Roldán Bastidas

ROSTRO ANDINA
Descubre las historias de quienes dan vida a nuestra universidad, donde cada persona refleja el compromiso y la excelencia que hacen de la Andina un espacio único para crecer y desarrollarse. Más que un lugar para aprender, la Andina es un hogar que inspira a cada individuo a alcanzar su máximo potencial, respetando y fortaleciendo su esencia humana.


Tañita, como la conocemos, es oriunda de Echandia (un pintoresco poblado de la provincia de Bolívar), su deseo de superación y la orfandad de su querida madre la empujó a dejar su hogar y mudarse a Quito a vivir con su tía y continuar sus estudios universitarios, graduándose como licenciada en turismo en 2005.

Su camino profesional en nuestra Casa de Estudios comenzó cuando fue nombrada como recepcionista en la Residencia Universitaria, en marzo de 2007, destacándose por su actitud proactiva y sus habilidades interpersonales y organizativas en un ambiente académico diverso y dinámico.

Su buen desempeño y buena actitud para relacionarse con autoridades, estudiantes y profesores fueron elementos que demostraron su capacidad para enfrentar desafíos y adaptarse a diferentes situaciones, consiguiendo un ascenso para ocupar un puesto como secretaria en el Área Académica de Gestión, en enero de 2012, un paso clave en su carrera.

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En esta nueva responsabilidad, Tania se ha destacado por su organización, atención al detalle y, sobre todo, por ofrecer un servicio cálido y oportuno a los miembros de la comunidad universitaria, siendo promovida, en abril de 2024, a ser secretaria del director de esta área académica.

A lo largo de su carrera en la universidad, Tania también ha enfrentado desafíos personales que incluyen períodos de problemas de salud, sin embargo, su desempeño no ha mermado. Su resiliencia y actitud positiva ante las adversidades le ha convertido en un ejemplo de fortaleza para sus compañeros y superiores.

Así mismo ha vivido momentos significativos en su vida personal dentro del entorno universitario, incluidos sus dos embarazos, que vivió con una mezcla de alegría y gratitud. Para ella, la universidad se ha convertido en su segundo hogar, un lugar donde sus hijas han crecido escuchando las historias de la Andina y participando en las festividades organizadas por la institución.

“Yo soy Andina”, afirma Tania con orgullo, reflejando su conexión profunda con la universidad que la ha apoyado en momentos cruciales de su vida y en donde el crecimiento personal y profesional es valorado y fomentado.

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